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8 ideas prácticas que te apoyarán en el regreso a clase.

Updated: Jul 4, 2021

Miedo, inseguridad, incertidumbre, ansiedad, entre otras, podrían ser algunas de las emociones que sientas como padre, maestro, terapista o director en el regreso a clases, ante el temor de la posibilidad de que ocurra algún evento sísmico de mayor magnitud, como el que ocurrió a principio de año.

Han sido días muy retantes y es normal que tu cuerpo reaccione de una diversidad de maneras muchas veces, impredecibles. Tanto al repetirse como al recordar el acontecimiento, podrías tender a llorar, gritar, bloquearte, aislarte, frustrarte, pelear, y hasta pensar que lo peor podría pasar.


Mi invitación es a qué una vez reacciones, intentes darte cuenta de lo que estás sintiendo y de lo qué te provoca en tu cuerpo y en tu mente. Luego de ésto, entonces, poco a poco puedas responder en lugar de reaccionar. Al responder estás más consciente del momento, por lo que se espera que puedas tener mayor auto control.

Nuestros niños pueden reaccionar de diversas maneras, al igual que los adultos, ya que lo harán también a base de su experiencia individual: qué han aprendido, cómo manejan sus emociones, su forma de ser, etc; pero además imitarán nuestros comportamientos.

En mi caso, mi niño mayor (7 años) quien se encontraba en la cocina, al sentir uno de los temblores más fuertes, levantó sus brazos hacia los lados y se quedó inmóvil y atento, observando cómo se movía la nevera. Por otro lado, el menor (4 años) estaba viendo televisión. Se quedó sentado en su sillón y comenzó a vociferar :”hey ya, deja de moverme el televisor” y dijo mamá :”no pasa nada “. ¡Qué dos reacciones tan particulares! Se comportaron de acuerdo a sus personalidades, su estado de ánimo en ese momento y a lo que han aprendido de los maestros, de sus padres, de su entorno.

Tu niño, estudiante o paciente, ¿cómo reaccionaría al verte a ti respondiendo en lugar de reaccionando? Lo más probable es que copie tu comportamiento. Los niños aprenden con el ejemplo, por lo que ven, más que por lo que les dicen.

Tal vez estés pensando que no es fácil manejar todo ésto. Y así es, no lo es. Por esa razón, te exhorto a que comiences trabajando contigo primero. Aquí te comparto algunas ideas para lograrlo, de manera que tus niños o estudiantes puedan observar y aprender también a responder.

1. Acepta, valida y expresa tus emociones.

2. Detente, descansa, aliméntate bien.

3. Evita el exceso de información.

4. Rodéate de gente que te haga sentir bien y no incremente tus niveles de ansiedad.

5. Haz algo que te gusta o escucha música.

6. Respira, medita, practica yoga, camina.

7. Vive el presente visualizando el futuro.

8. Busca ayuda. Hay muchos profesionales de la salud dispuestos a ayudarte.

A medida que vayas manejándote y cuidándote tú, tus niños también lo harán.


Si deseas unirte a los profesionales y a los padres comprometidos en buscar herramientas para continuar su desarrollo personal y profesional, comunícate para coordinar una sesión individual virtual o presencial de coaching.


Un abrazo,


Laura Teruel

Recuerda siempre, Detente. Conecta…y Transforma.


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